Los derivados de criptomonedas son instrumentos financieros cuyo valor depende de las criptomonedas subyacentes, como Bitcoin o Ethereum. Permiten a los traders e inversores obtener beneficios de los cambios de precios sin poseer las criptomonedas en sí mismas. Los principales tipos de derivados incluyen futuros, opciones y swaps.
Uno de los principales objetivos del uso de derivados es la cobertura de riesgos. Por ejemplo, si un inversor teme que el precio de una criptomoneda pueda bajar, puede firmar un contrato de futuros que le permita fijar el precio actual y evitar pérdidas. Esto es especialmente importante en mercados altamente volátiles, donde las fluctuaciones de precios pueden ser bruscas e impredecibles.
Los derivados abren nuevas oportunidades para la gestión de riesgos, pero también requieren un alto nivel de experiencia y análisis detallado.