Una nueva unidad de investigaciones de fraude electrónico (Electronic Fraud Investigations unit) dentro de la Oficina de Investigación Criminal (BCI) ha logrado una victoria significativa al devolver $130,000 a una residente de Ohio que fue víctima de una estafa de criptomonedas. Este éxito se logró gracias a los esfuerzos conjuntos del BCI y las agencias locales de aplicación de la ley.
El fiscal general Dave Yost destacó la creciente amenaza de las estafas de criptomonedas, subrayando que tales crímenes pueden afectar seriamente la situación financiera de las víctimas. Declaró que el equipo está trabajando activamente para recuperar los fondos robados.
La investigación comenzó el 31 de julio después de que la policía de Worthington fuera contactada. La víctima era una mujer de 75 años que fue engañada mediante advertencias emergentes en su computadora. Los agentes del BCI utilizaron herramientas especiales para rastrear las transacciones de criptomonedas y congelaron $130,000 de los $280,000 perdidos.
La policía y los expertos del BCI demostraron que las acciones rápidas pueden conducir a una recuperación parcial exitosa de los fondos.